En el amanecer del 17 de Junio de 1853, desembarcan en el puerto de Valparaíso cinco misioneras canadienses, traídas de la mano de Dios a estas lejanas tierras de América.
La travesía fue dura. Estuvieron en el mar durante 83 días y llegaron a puerto en la madrugada de un día como hoy. Es por eso Madre Bernarda que nos hemos reunido en oración, para dar gracias a Dios por haberte quedado en tierras chilenas y habernos mostrado que la necesidad del hombre es también el camino de Dios.
Así se da inicio a la futura Congregación de las Hermanas de la Providencia de Chile.
Como es tradición se invito a los asistentes una vez finalizada nuestra oración a una mateada por Madre Bernarda. Reunidos en mesas con panes caseros y “barquitos Elena” como decoración compartimos cantando y conversando en familia Providencia.
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