Conmemorando una gesta heroica que se originó 146 años atrás, nuestro colegio Sagrados Corazones de La Serena, rinde tributo a aquellos que con su vida tributaron el honor patrio y perpetuaron un legado de amor y entrega incondicional para nuestro país. En esta oportunidad contamos con la presencia del teniente primero Oscar Valenzuela y comisión acompañante, integrantes de esta prestigiosa institución que el día de hoy celebramos este aniversario.
El 21 de mayo de 1879, Chile vivió una de las más trascendentales jornadas de su historia. Aquel día, unida a la victoria de Punta Gruesa, se consumó el sublime sacrificio del capitán Arturo Prat Chacón, al mando de la gloriosa corbeta “Esmeralda”, en las aguas de Iquique. Estas acciones originaron la efeméride con que, honrando a sus héroes del mar, Chile entero celebra el día de sus Glorias Navales; al capitán Prat y sus hombres y, por cierto, la Armada de Chile.
“The Times” antiguo periódico británico, al dar cuenta del combate, escribió en sus páginas: “es este uno de los combates más gloriosos que jamás haya tenido lugar. Un viejo buque de madera casi cayéndose a pedazos, sostuvo la acción durante tres horas y media contra baterías de tierra y un poderoso acorazado y se hundió con su bandera a tope”.
La grandeza de Prat y la trascendencia de su legado la podemos encontrar en esa arenga espontánea y la respuesta de adhesión comprometida de su tripulación. En ella se percibe que su talante se forjó antes de rendir su vida por la patria, al jurarle a su tripulación que no se rendiría; y al expresarles que confiaba en que no mancillarían el honor del pabellón patrio.
Tan importante también es recordar, año a año, la victoria de Condell en Punta Gruesa, señalando que, la victoria siempre es posible aún contra fuerzas muy desiguales, cuando estamos unidos, cuando confiamos en nosotros mismos.
El Capitán Prat un hombre común, como cualquiera de nosotros, superando sus propios temores, debilidades y defectos supo ser, digno, y valiente. Su muerte sobre la cubierta del Huáscar, no es un hecho casual, un momento único y especial en su vida, muy por el contrario, al leer detenidamente su trayectoria, nos encontramos que fue sin duda el epílogo de una forma de vida.